El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo
GOLPE DE CALOR.
Descripción General.
El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas. Es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 104 °F (40 °C) o más. Esta afección es más frecuente en los meses de verano.
El golpe de calor puede producirse de forma rápida cuando una persona está haciendo ejercicio bajo un calor extremo o cuando permanece en un ambiente caluroso y cerrado. También puede aparecer por soportar varios días de calor cuando las personas mayores y sedentarias permanecen en habitaciones mal ventiladas y sin aire acondicionado. Las personas mayores, la personas con ciertos trastornos de salud (como las que tienen problemas de corazón, pulmón, riñón o hígado) y los niños pequeños son los más vulnerables al golpe de calor. Puede afectar rápidamente a los niños que se quedan en el interior de un automóvil en un día caluroso.
El golpe de calor se produce cuando el cuerpo no puede perder calor con suficiente rapidez en situaciones de calor extremo. Dado que el organismo no puede refrigerarse, la temperatura corporal continúa aumentando con rapidez hasta niveles peligrosamente elevados. Las enfermedades que alteran la pérdida de calor, como ciertas enfermedades de la piel y algunos fármacos que disminuyen la sudoración, aumentan el riesgo.
El golpe de calor requiere tratamiento de urgencia. Si no se trata de forma inmediata puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.
Factores de riesgo
Cualquiera puede sufrir un golpe de calor, pero hay varios factores que aumentan el riesgo:
- Edad. Tu capacidad para afrontar el calor extremo depende de la fortaleza de tu sistema nervioso central. En los niños, el sistema nervioso central no está plenamente desarrollado y, en los adultos mayores de 65 años, comienza a deteriorarse, lo que hace que el organismo sea menos capaz de afrontar los cambios de la temperatura corporal. Estos dos grupos etarios suelen tener dificultades para mantenerse hidratados, lo que también aumenta el riesgo.
- Esfuerzo en un clima caluroso. El entrenamiento militar, o trabajar en área cerradas, por periodos prolongados y la práctica de deportes, como jugar al fútbol o correr maratones de larga distancia, en un clima caluroso son algunas de las situaciones en las que se puede sufrir un golpe de calor.
- Exposición repentina al clima caluroso. Es posible que seas más propenso a las enfermedades relacionadas con el calor si te expones a un aumento de temperatura repentino, por ejemplo, una ola de calor al principio del verano o un viaje a una región con temperaturas más altas.
- Falta de aire acondicionado. Durante los períodos de temperatura alta sostenida, los ventiladores pueden darte algo de alivio, pero el aire acondicionado es el sistema más eficaz para bajar la temperatura y reducir la humedad.
- Ciertos medicamentos. Algunos medicamentos afectan la capacidad del organismo de mantenerse hidratado y responder al calor.
- Algunas enfermedades. Algunas enfermedades crónicas, como las cardíacas o las pulmonares, podrían aumentar el riesgo de sufrir un golpe de calor. Lo mismo puede decirse de la obesidad, el sedentarismo y los antecedentes de haber padecido un golpe de calor.
Síntomas
Los síntomas frecuentes son mareo, aturdimiento, debilidad, torpeza y falta de coordinación, fatiga, cefalea, visión borrosa, dolores musculares, náuseas y vómitos (que también son síntomas de agotamiento). La persona no percibe que su temperatura corporal es muy elevada.
Durante un golpe de calor la piel está caliente, enrojecida y, en ocasiones, seca. Puede haber sudoración o no, a pesar del calor.
Debido a la alteración cerebral, la persona puede manifestar confusión y desorientación, y puede tener convulsiones o caer en estado de coma. La frecuencia cardíaca y la respiratoria aumentan. El pulso está generalmente acelerado. La presión arterial puede ser alta o baja.
La temperatura corporal suele sobrepasar los 40° C y puede ser tan alta que supere las marcas de un termómetro corriente.
Diagnóstico de golpe de calor
- Los síntomas y los antecedentes de exposición al calor y a la humedad
El diagnóstico del golpe de calor es, por lo general, evidente. La persona tiene fiebre alta, síntomas de lesión cerebral y evidencias de exposición a altas temperaturas y humedad.
Si el diagnóstico no está claro, se realizan pruebas para detectar otros trastornos que causan síntomas similares tales como infecciones, accidente cerebrovascular, consumo de drogas o fármacos e hiperactividad de la glándula tiroidea.
Pronóstico del golpe de calor
El riesgo de muerte por golpe de calor depende de los factores siguientes:
- La edad de los adultos
- La edad de los niños
- La gravedad de cualquier trastorno existente (de corazón, pulmón, riñón o hígado)
- Cuán alta es la temperatura corporal más extrema
- Cuánto tiempo permanece esta temperatura corporal
Sin tratamiento inmediato, aproximadamente el 80% de las personas afectadas mueren. En alrededor del 20% de las personas que sobreviven, el cerebro puede no recuperar su función totalmente, dejando a la persona con cambios de personalidad, torpeza o mala coordinación. En algunas personas, los riñones no se recuperan totalmente.
Tras la recuperación, la temperatura corporal puede fluctuar de forma anormal durante semanas.
Tratamiento del golpe de calor
Las personas con un golpe de calor deben enfriarse de inmediato y llamar a una ambulancia o acudir a los servicios de salud.
Enfriar el cuerpo de forma rápida quitando la ropa y cubriendo la piel expuesta con agua y a veces con hielo. Para acelerar la evaporación y el enfriamiento corporal puede utilizarse un ventilador. Es preciso medir la temperatura corporal con frecuencia, a menudo de forma continua. Se pueden administrar líquidos por vía intravenosa, y mantener hidratada la vía oral
Y mantener en vigilancia al paciente, hasta estabilizar la temperatura corporal, por lo que siempre se recomienda acudir a los servicios de salud.
Dr. Francisco Santos Rendón
Especialista en Medicina Familiar
Mérida, Yucatán, México